viernes, 1 de marzo de 2013

De mi antiguo blog al nuevo (IX)


SÁBADO, 26 DE ABRIL DE 2008

Otras heridas... Alejandra Pizarnik


"Alejandra Alejandra.../ debajo estoy yo/...Alejandra"


El martes día 29 de abril, Alejandra Pizarnik habría cumplido 72 años... Sin embargo, un exceso de cicatrices, las mismas que la hicieron inmortal a través de su verso, la condujo hasta la caída final con sólo 36 (la misma cifra que marca su nacimiento). Murió en 1972, así que sus 72 años de ahora pertenecen a su memoria, a su esencia, a la belleza de su lírica doliente... Hablan de su pervivencia más allá del suicidio, ese privilegio que sólo tienen los antiguos a pesar de la trampa que pareció suponerle la vida.

Esta voz que habla quizá también se debatió entre la píldora homicida o el alféizar... Qué más da. La cuestión es que su piel hoy se eriza ante la relectura nunca redundante de los textos que Pizarnik nos dejó; por encima de las modas, la calidad de esta poeta salpica de sangre hasta hacernos tambalear, invita a la dolorosa introspección de las heridas internas.

La cuestión es que hoy la homenajea incluyéndola en su círculo epilogal, le dedica unas líneas con la mayor o menor destreza que otras conciencias le dejaron... Sigue buscando el punto en que empezaba el lacrimal de la joven Alejandra, porqué así, porqué tan rápido, porqué sin más, porqué a pesar de todo.


Tus palabras me atraviesan como un puñal rozando el costado... Siempre he sido una niña demasiado frágil y demasiado vieja. Quizá por eso este poema sea ahora tan necesario.


EL DESPERTAR
..........................................................................................a León Ostrov

Señor

La jaula se ha vuelto pájaro

y se ha volado

y mi corazón está loco

porque aúlla a la muerte

y sonríe detrás del viento

a mis delirios

Qué haré con el miedo

Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa

ni las estaciones queman palomas en mis ideas

Mis manos se han desnudado

y se han ido donde la muerte

enseña a vivir a los muertos

Señor

El aire me castiga el ser

Detrás del aire hay monstruos

que beben de mi sangre

Es el desastre

Es la hora del vacío no vacío

Es el instante de poner cerrojo a los labios

oír a los condenados gritar

contemplar a cada uno de mis nombres

ahorcados en la nada.

Señor

Tengo veinte años

También mis ojos tienen veinte años

y sin embargo no dicen nada

Señor

He consumado mi vida en un instante

La última inocencia estalló

Ahora es nunca o jamás

o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo

y desaparezco para reaparecer en el mar

donde un gran barco me esperaría

con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas

y hago con ellas una escala

para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final

Todo continuará igual

Las sonrisas gastadas

El interés interesado

Las preguntas de piedra en piedra

Las gesticulaciones que remedan amor

Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo

porque aún no les enseñaron

que ya es demasiado tarde

Señor

Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez

cuando yo era una anciana

Las flores morían en mis manos

porque la danza salvaje de la alegría

les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol

cuando era niña

es decir ayeres decir hace siglos

SeñorLa jaula se ha vuelto pájaro

y ha devorado mis esperanzas

Señor

La jaula se ha vuelto pájaro

Qué haré con el miedo

SÁBADO, 19 DE ABRIL DE 2008

Otras heridas... Octavio Paz


Continuación de un pequeño tributo a Octavio Paz. Declaración de intenciones de un poeta desde la tumba(he dedicado un buen rato a distribuir los versos, que van binariamente alternados entre margen izquierdo y central con variaciones, pero parece que no me permite el formato. Mis disculpas).
TUMBA DEL POETA


El libro

el vaso

el verde obscuramente tallo

el disco

lecho de la bella durmiente

la música

las cosas anegadas en sus nombres

decirlas con los ojos

en un allá no sé donde

clavarlas

lámpara lápiz retrato

esto que veo

clavarlo

como un templo vivo

plantarlo

como un árbol

un dios

coronarlo

con un nombre

inmortal

irrisoria corona de espinas

¡Lenguaje!

El tallo y su flor inminente

sol-sexo-sol

la flor sin sombra

la palabra

se abre

en un allá sin donde

extensión inmaculada

transparencia que sostiene a las cosas

caídas

por la mirada

levantadas

en un reflejo suspendidas

Haz de mundos

instantes

racimos encendidos

selvas andantes de astros

sílabas errantes

marea

todos los tiempos del tiempo

SER

una fracción de segundo

lámpara lápiz retrato

en un aquí no sé donde

Un nombre

comienza

asirlo plantarlo decirlo

como un bosque pensante

encarnarlo

Un linaje comienza

en un nombre

un adán

como un templo vivo

nombre sin sombra

clavado

como un dios

en este aquí sin donde

¡Lenguaje!

Acabo en su comienzo

en esto que digo

acabo

SER

sombra de un nombre instantáneo


NUNCA SABRÉ MI DESENLACE

Octavio Paz

MARTES, 1 DE ABRIL DE 2008

Otras heridas... T. S. Eliot

Un homenaje necesario a un poeta necesario... Invocamos con desesperación de corazón hambriento a Thomas Stearns Eliot(1888-1965)... Que su verso salve a abril de sí mismo... Otra vez.

A GAME OF CHESS

The Chair she sat in, like a burnished throne,

Glowed on the marble, where the glass

Held up by standards wrought with fruited vines

From which a golden Cupidon peeped out
80
(Another hid his eyes behind his wing)

Doubled the flames of sevenbranched candelabra

Reflecting light upon the table as

The glitter of her jewels rose to meet it,

From satin cases poured in rich profusion;
85
In vials of ivory and coloured glass

Unstoppered, lurked her strange synthetic perfumes,

Unguent, powdered, or liquid—troubled, confused

And drowned the sense in odours; stirred by the air

That freshened from the window, these ascended
90
In fattening the prolonged candle-flames,

Flung their smoke into the laquearia,

Stirring the pattern on the coffered ceiling.

Huge sea-wood fed with copper

Burned green and orange, framed by the coloured stone,
95
In which sad light a carvèd dolphin swam.

Above the antique mantel was displayed

As though a window gave upon the sylvan scene

The change of Philomel, by the barbarous king

So rudely forced; yet there the nightingale
100
Filled all the desert with inviolable voice

And still she cried, and still the world pursues,

'Jug Jug' to dirty ears.

And other withered stumps of time

Were told upon the walls; staring forms
105
Leaned out, leaning, hushing the room enclosed.

Footsteps shuffled on the stair.

Under the firelight, under the brush, her hair

Spread out in fiery points

Glowed into words, then would be savagely still.
110

'My nerves are bad to-night. Yes, bad. Stay with me.

'Speak to me. Why do you never speak? Speak.

'What are you thinking of? What thinking? What?

'I never know what you are thinking. Think.'


I think we are in rats' alley
115
Where the dead men lost their bones.


'What is that noise?'

The wind under the door.

'What is that noise now? What is the wind doing?'

Nothing again nothing.
120
'Do

'You know nothing? Do you see nothing? Do you remember

'Nothing?'

I remember

Those are pearls that were his eyes.
125
'Are you alive, or not? Is there nothing in your head?'

But

O O O O that Shakespeherian Rag—

It's so elegant

So intelligent
130
'What shall I do now? What shall I do?'

'I shall rush out as I am, and walk the street

'With my hair down, so. What shall we do to-morrow?

'What shall we ever do?'

The hot water at ten.
135
And if it rains, a closed car at four.

And we shall play a game of chess,

Pressing lidless eyes and waiting for a knock upon the door.


When Lil's husband got demobbed, I said—

I didn't mince my words, I said to her myself,
140
HURRY UP PLEASE IT'S TIME

Now Albert's coming back, make yourself a bit smart.

He'll want to know what you done with that money he gave you

To get yourself some teeth. He did, I was there.

You have them all out, Lil, and get a nice set,
145
He said, I swear, I can't bear to look at you.

And no more can't I, I said, and think of poor Albert,

He's been in the army four years, he wants a good time,

And if you don't give it him, there's others will, I said.

Oh is there, she said. Something o' that, I said.
150
Then I'll know who to thank, she said, and give me a straight look.

HURRY UP PLEASE IT'S TIME

If you don't like it you can get on with it, I said.

Others can pick and choose if you can't.

But if Albert makes off, it won't be for lack of telling.
155
You ought to be ashamed, I said, to look so antique.

(And her only thirty-one.)

I can't help it, she said, pulling a long face,

It's them pills I took, to bring it off, she said.

(She's had five already, and nearly died of young George.)
160
The chemist said it would be alright, but I've never been the same.

You are a proper fool, I said.

Well, if Albert won't leave you alone, there it is, I said,

What you get married for if you don't want children?

HURRY UP PLEASE IT'S TIME
165
Well, that Sunday Albert was home, they had a hot gammon,

And they asked me in to dinner, to get the beauty of it hot—

HURRY UP PLEASE IT'S TIME

HURRY UP PLEASE IT'S TIME

Goonight Bill. Goonight Lou. Goonight May. Goonight.
170
Ta ta. Goonight. Goonight.

Good night, ladies, good night, sweet ladies, good night, good night.



... Poco más se puede decir... Escuchar "The burial of the dead" con este link:

http://www.youtube.com/watch?v=3tqK5zQlCDQ

SÁBADO, 29 DE MARZO DE 2008

VIoleta Violenta... AfterHours o Jó,qué noche de Martin Scorsese (1985)




Paul Hacket y los demonios del So-Ho

Es una lástima que este camaleón que es Scorsese se vea tan incomprendido (a pesar de ese Oscar, tardío e insuficiente), demostrando que a Hollywood, a líneas generales, se le puede aplicar aquello que Allen decía en Annie Hall sobre California (Hollywood no tira la basura, la convierte en ¿cine?)... Esta vez un Marty aún joven para este mundillo, hace género, algo sólo al alcance de unos pocos, pero por desgracia, dada esa lacra de la comedia como género menor en cualquiera de sus maneras, y unida ésta a que sólo se ha hecho caso de verdad al Scorsese de mafias, nos encontramos con un despliegue de ingenio y de saber hacer que en general es visto como una buena cinta y nada más... La edad de la inocencia, Gangs of New York o La última tentación de Cristo viven, salvando las distancias, esta suerte de injusticia.
El inolvidable Paul Hacket y su laberinto neoyorkino de infortunios entre artistillas, rateros y demás almas excéntricas, desorientadas y, en cierto modo, diabólicas por ofrecer una primera impresión amable y descubrir su desequilibrio poco después, dan lugar a una trama espectacularmente trazada desde su guión original (la tesis de Minion)hasta la puesta ante la cámara... Todo fluye, ágil, a golpes, sin dar tiempo a salir de la historia pero a la vez logrando que el espectador mire a Hacket con cierta distancia, para que no sea la vivencia tan insoportable como lo es, de hecho, para él... Sin embargo, como pasa con las películas de este calibre, uno la ve por enésima vez y desea profundamente que el personaje de Dunne no de un solo paso hacia el So-Ho... Demasiado tarde: la magia comienza de nuevo y nuestro improvisado Ulises se embarca otra vez en una caída al vacío que irá demacrándolo a todos los niveles.
El humor de esta película 100% hijo de su director, atroz, lo es más curiosamente porque las situaciones en que se produce no permiten una risa que no sea de desesperación... Ironía ante lo absurdo sin tregua.
El elenco en estado de gracia se ve hilado por un tremendo Griffin Dunne que asume como nadie a ese oficinista apagado que de repente sufre un cortocircuito... Soberbia la progresiva pérdida de las maneras, la salida paulatina de su mundo para sobrevivir en un espacio inmenso que no obstante Scorsese y su equipo se encargan de convertir en escenario claustrofóbico, elíptico, de caminos tan circulares como la propia dinámica de la película; su estética recuerda por momentos, con esa "niebla" que emerge del asfalto, al apocalíptico paisaje de la infernalmente lírica Blade Runner (1982).
Perfecta para cualquier momento, divierte terriblemente y hace del cine una experiencia única a partes iguales... ¿La comedia un género menor? en manos de Scorsese, de Allen, de los Coen o los Python entre "algunos" otros (tampoco muchos), la comedia alcanza su cenit.

JUEVES, 27 DE MARZO DE 2008

Violeta Violenta... Julio Romero de Torres





Julio, Cordobés maldito.




Si habláramos de sobrevalorados dentro del panorama cultural universal, no bastaría con una sola vida para adentrarse en ese jardín.. Sin embargo, mi paciencia es infinita y mi lengua afilada cuando lo atroz se hace "incontestable"...
No podemos decir lo mismo de Romero de Torres sino todo lo contrario. Su talento, tantas veces vilipendiado por críticos de arte que quizá cometieron el mismo error que aquel pintor conceptual del que hablaban Faemino y Cansado ("permaneció 5 años en Económicas pensando que lo hacía en Bellas Artes... No aprendió ni de lo uno, ni de lo otro"), para mi no tiene discusión, pero parece que aún nos sale un apocamiento propiamente cañí, el mismo que ha dilatado el que a Javier Bardem, por ejemplo, se le valore como uno de los mejores actores DEL MUNDO, hasta que los americanitos se han equivocado este año y por fin le han dado la maldita estatuilla. Sí, todavía con respecto a Romero de Torres rige ese aplauso a medio cocer, quizá en parte porque un contenido localista, para el gran público, no puede esconder nada atemporal y aespacial (¿no recuerda esto a lo que aún sucede con Lorca y esa absurda disputa entre el Romancero y Poeta en N.Y.?); y es que tal planteamiento, además de ir contra presupuestos tan incontestables como la dicotomía fondo/forma establecida por Jakobson allá por 1959 en la famosa conferencia de Indiana, es un "ábrete boca y di lo que quieras", algo que, a ver que le vamos hacer, se encuentra uno con tanta asiduidad.


Córdoba es un escenario, ni más ni menos que eso... Y, como el jinete lorquiano, Julio la buscó sin descanso, herido de muerte y aún inmerso en ella, murió como es inherente a cualquier artista de verdad, persiguiéndola todavía; y, a pesar de los malditos tunos(una plaga, una verdadera plaga), lo hizo en nombre de la gravedad, de esa grandeza magnética, elegante, milenaria que es Córdoba, tierra oscura repleta de callejones del gato, sí, pero también y como nadie de callejones de las flores. Su, desde mi punto de vista perfección técnica, que transpasa el óleo y desploma la entraña,ni siquiera es todo lo que se puede decir... Y Córdoba me sigue pareciendo lo mejor para ese devenir de reivindicadas pasiones, consideradas muy bajas por la sociedad de su tiempo (y por desgracia aún por algún energúmeno de la actual) como el lesbianismo no como particularidad sino como otra manera más de expresión amor y deseo; los bajos fondos en una dignificación visionaria del mundo de la prostitución, algo que le hizo pagar duros peajes en concepto de popularidad y ascensos; los comportamientos irracionales de los amantes, sin juzgarlos, simplemente, robándoles el alma para filtrarla por la tela; y, entre otras tantas vertientes (maldito sea el que dijo que no era más que un pintor de carteles,ése sí era maldito), el encuentro al margen del bien y del mal, más allá del paraíso, entre lo sagrado y lo profano, la mayor herejía del mundo nunca fue tan bella, tan sublime.

La Gracia (1915) es uno de los cuadros que más venero y que en mi niñez más impacto me causó... Nada como este cristo descendido, esta mujer aniquilada como pago por su lascivia, por haber elegido el placer al dogma.
Increible la anatomía y su postura, esa caída que parece mantenerse sin ayuda; el deseo apagado da paso a una belleza sublime imbuida, eso sí, de la más profunda oscuridad pero que parece no apagarse nunca. Córdoba envuelta en un sudario sobrevive a las envidias ajenas y a las propias fallas... Córdoba está ahí, albergada en el cuerpo más bello que jamás haya existido.
Oscuridad y desgarro, tristeza antigua, inmortal, nada que ver con la sarta de tópicos que, incluso con la mejor intención, cosifican este legado con ideas como que la mujer cordobesa es sólo gitana, porque claro, lo gitano es andaluz, como si esta legendaria estirpe no fuera española con todas las letras... La Chiquita piconera debe mucho a la belleza Asia Aceituna pero no menos que a las raíces cristianas, judías y mozárabes que esencializan a parte de verdades más o menos ajustados sobre aquella lejana convivencia, el universo de Romero de Torres, a fin de cuentas, una idealización cargada de sentido. La mujer de sus lienzos es mármol ofélico, casi amarillento, curva equilibrada, fídica y un profundo contraste entre la languidez primera con la oscuridad inasible desde el párpado hasta el inicio del pómulo... Pieza de tanagra quebrada desde el origen, con cien pasados a sus espaldas, sufriendo conscientemente sólo por el último, ángel, ser transterrenal y, sin embargo, sangre y voluptuosidad.

Sirva esta espontáneo homenaje como un abrazo al antiguo desde una aprendiz de oscuridades, discípula indigna a la que salva la realidad de esa obsesión que, como decía J.L. Amaro la vez que lo conocí, sería en este caso, la poesía.


MIÉRCOLES, 26 DE MARZO DE 2008

Otras heridas... Ted Hugues


Ante tal cantidad de aproximaciones serias y desfasados prontos hembristas, parece complicado acercarse a una relación como la de Ted Hugues y Sylvia Plath. Sin embargo, ahí están sus textos, desde los privados (esos que hacen saltar el código ético del filólogo) hasta los versos que ambos compusieron y que forjaron la cuna y la tumba del matrimonio como tal.

Estoy escribiendo sobre ellos dentro de un espero futuro poemario... Ahora os ofrezco unos versos de Hugues, sería una desvergüenza anteponerme, explico el origen de este entusiasmo mío nada moderno, lo sé, a esta infeliz pareja.

Conozcamos de momento al otro, esta vez también subtitulado, el que fue para Sylvia, la ilusión del ojo al otro lado de.... Bueno, lo dejo para el epílogo (Le diable sabe de lo que hablo).
DAFFODILS

Remember how we picked the daffodils?
Nobody else remember , but I remember.
You daugther came with her harmfuls, eager and happy
Helping the harvest. She has forgotten.
She cannot even remember you. And we sold them.
It sound like sacrilege, bur we sold them.
We were so poor? Old stoneman, the grocer,
Boss-eyed, his blood-pressure purpling to beetroot
(It was his last chance,
He would die in the same great freeze as you),
He persuaded us. Every spring
He always bought them, sevenpence a dozen,
‘A custom of the house’.

Beside, we still weren’t sure we wanted to own
Anything. Mainly we were hungry
To convert everything to profit.
Still nomads-still strangers
To our whole posession.The daffodils
Were incidental gilding of the deeds
Treasure trove. They simply came,
And they kept on coming.
As if not from the sod but falling from heaven.
Our live were still a raid on our own good luck.
We knew we’d live for ever.We had not learned
What a fleeting glance of the everlasting
Daffodils are. Never identified
The nuptial flight of the rarest ephemera-
Our own days!

We thought they were windfall.
Never guessed they were a last blessing.
So we sold them.We worked at selling them
As if employed on somebody else’s
Flower-farm.You bent at it
In the rain of that april – your last april.
We bent there togheter, among the soft shrieks
Of their girlish dance-frocks-
Fresh – opened dragonflies,wet and flimsy,
Opened too early.

We piled their frailty lights on a carpenter’s bench,
Distributed leaves among the dozens-
Buckling blade – leaves, limber,groping for air, zinc – silvered –
Propped their raw butts in bucket water,
Their oval, meaty butts,
And sold them, sevenpence a bunch-
Wind- wounds, spasm from the dark earth
With the odourless metals
A flamy purification of the deep grave’s stony cold
As if ice had a breath-
We sold them, to whiter.
The crop thickened faster than we could thin it.
Finally, we were overwhelmed
And we lost our wedding-present scissors.

Every March since they have lifted again
Out of the same bulbs, the same
Baby cries from the thaw,
Ballerinas too early for music shiverers
In the Draughty wings of thea year.
On that same groundswell of memory, fluttering
They return to forget you stooping there
Behind the rainy curtains of a dark april,
Snipping their stems.

But somewhere your scissors remember.Wherever they are.
Here somewhere, blade wide open,
April by April
Sinking deeper
Through the sod –an anchor, a cross of rust.


NARCISOS


¿Recuerdas cómo recogíamos narcisos?
Nadie más lo recuerda pero yo lo hago.
Tu hija venía con su perjuicio; ansiosa y feliz
De ayudar en la cosecha. Ella lo ha olvidado.
Ella no puede recordarte. Y los agotamos.
¿Fuimos tan pobres? El viejo hombre piedra, el tendero,
Aspecto de jefe, la presión de su sangre púrpura desde la raíz
( Fue su última oportunidad.
Como tú, moriría en el mismo gran frío),
Él nos persuadió. Cada primavera
Siempre los compraba: siete centavos una docena,
‘Costumbre de la casa’.

Además de nunca estar seguros de querer
Nada para nosotros; principalmente estábamos hambrientos
Por transformarlo todo en provechoso.
Permaneciendo nómadas -permaneciendo extraños
A todas nuestras posesiones. Los narcisos
Fueron tesoros incidentales encontrados
En los dorados hechos. Ellos simplemente vinieron,
Siguieron llegando
Como si no saliesen del césped sino que cayeran del cielo
Nuestra vida, sin embargo, sorprendía nuestra propia buena suerte.
Sabíamos que viviríamos para siempre. No aprendimos
Que los narcisos son una fugaz mirada
De lo eterno. Nunca identificamos
Con nuestros propios días
El nupcial vuelo de las raras efímeras.

Apilamos la fragilidad de sus liviandades en un banco de carpintero
Distribuimos docenas de hojas-
Hoja combada – hojas flexibles; a tientas por el aire; cinc – plateada-
Conveniente para su descarnado tallo en el agua del balde,
Su carnoso tallo oval.
Y los vendimos, siete centavos un banco –
Viento – heridas, espasmos de la oscura tierra
Con metales sin olores
Una inflamada purificación de las frías lápidas
Como si el hielo hubiese tomado aliento.

Por su palidez los vendimos.
Rápidamente cosechamos lo grueso y pudimos con lo fino.
Finalmente estuvimos abrumados
Y perdimos las tijeras del presente de boda.

Cada marzo se levantaron nuevamente
Fuera de los mismos bulbos, los mismos
Niños llorando al deshelarse
Bailarinas demasiadas cercanas a los estremecimientos de la música
En las alas de las corrientes de aire del año.
En este mismo maremoto de la memoria; flotando
Ellos regresan olvidando que te inclinaste allí
Detrás de la lluviosa cortina del oscuro Abril.

Pero en algún lugar tus tijeras recuerdan. Dondequiera que estén.
Aquí en algún lugar las hojas abiertas de par en par,
Abril tras Abril
Profundamente hundidas
A través del césped – Un ancla, una cruz de herrumbre.

VIERNES, 21 DE MARZO DE 2008

Otras heridas... Il Caravaggio


Información de Milko A. García Torres Recopilación de la colección "Pinacoteca Universal Multimedia",F & G Editores, Madrid.
"(...)El 24 de octubre de 1609 un aviso publicado en Roma afirma que "el famoso pintor" Caravaggio ha sido muerto o desfigurado en Nápoles. Cuentan con mayor detalle Bellori y Baglione que el artista fue tan salvajemente acuchillado en el rostro por sus enemigos que quedó casi irreconocible. Recuperado de estas heridas sigue pintando en Nápoles, hasta que en junio de 1610 decide embarcarse rumbo a Roma. Está convencido de que va a recibir el perdón papal, aunque todavía no se ha podido averiguar si alguien confirmó al artista que Su Santidad iba a responder a sus expectativas, tal y como consta en un aviso fechado el 31 de julio de 1610. El caso es que durante el viaje se produce un nuevo y fatal incidente. Cuenta Bellori que la guardia española detiene a Caravaggio porque le confunde con otro Cavaliere. Le hacen desembarcar en algún lugar cercano al pueblecito de Port'Ercole, sobre el promontorio de Monte Argentario, donde parte del litoral se encuentra bajo la jurisdicción del Virrey español en Nápoles. Cuando las autoridades se dan cuentan de su error, sueltan al Caravaggio pero su barco se ha ido sin él. Sin ninguna de sus pertenencias, el artista decide ir andando por la costa, infectada por la malaria hasta los años 30. La fiebre acabará con su vida en la playa de Port'Ercole sin nadie conocido a su alrededor. Baglione dirá "murió mal como mal había vivido". De hecho, la noticia de su muerte llega a Roma días después y no se conoce en qué lugar fue enterrado. Sólo se sabe que el Virrey de España escribió a los aduaneros para darles la orden de localizar los bienes del insigne pintor, porque quería que un cuadro de San Juan quedara bajo custodia española. A Roma llegaron dos avisos, el 28 y el 31 de julio de 1610. El primero afirma: "Se ha recibido noticia de la muerte de Michelangelo da Caravaggio, pintor famoso, eminente en el arte del color y la pintura del natural, de resultas de enfermedad en Port'Ercole".

Tremenda incógnita la que rodeó a Merighi. Tremenda todavía su sangre púrpura escapando por el desagüe de mi ducha (no es tal la hipérbole). Tremendo el vértigo entre la historia y lo inmediato.

En las próximas entradas, iré recopilando información, retales curiosos de internet y otras fuentes sobre la caída de este oscuro pálpito que continua su camino hacia esta mínima entraña.

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